Daniel Benchimol: “El libro tradicional no va a desaparecer”

Entrevista por: Candelaria McLean, Jazmín Avellaneda, Antonella Simes.

Un mismo texto impreso tradicionalmente o digitalizado varía en mucho más que su formato, Daniel Benchimol fundador del grupo 451 (empresa que ofrece servicios a editoriales para que lleven sus productos a formatos digitales), destacó que existen dos pilares diferenciales entre ambos. En primer lugar, el concepto de la reproducción infinita, es decir que al encontrarse en formato digital nunca se agota. Para las editoriales conforma un agregado comercial y para las personas introduce una nueva conducta, ya que el saber que no se agotará les da un margen de compra y elección. El segundo pilar es la disponibilidad mundial del mismo. Un libro digital está disponible en el mismo momento para todo el mundo y sin costos adicionales. El libro impreso tiene un proceso mucho más complejo y costoso en su distribución.

El proceso de digitalización de un libro se destaca por ser un proceso corto y veloz, Daniel Benchimol cuenta que un libro tradicional lleva aproximadamente un día en digitalizarse, excepto los más complejos que llevan como máximo una semana. Asimismo, hay que saber que es un proceso amplio, donde el tipo de libro afecta directamente su producción.

A pesar del crecimiento en auge de las empresas de digitalización de libros, Benchimol reconoce la brecha digital que se dan en el país y la región frente a países más desarrollados. Destaca un importante atraso, el cual lo encuentra ligado a la insuficiencia de dispositivos o su falta de penetración en la región, lo cual lleva a que las editoriales no se animen a publicar sus libros en este nuevo formato. No obstante, aclaró que a pesar de tener siempre un margen de dos o tres años de atraso en cuanto a las nuevas tecnologías, la Argentina tiene una cultura y un consumo muy elevado de libros en la región. Como toda tecnología, el ebook llegará y se integrará igual de rápido que las otras.

El sistema educativo es un condicionante fundamental a la hora de transmitir conocimiento, pero aún no ha logrado adaptarse a las nuevas generaciones. Benchimol, asegura que este sistema no tiene conciencia alguna acerca de la influencia de las nuevas tecnologías, ya que preparan a los estudiantes para un mundo que existía hace 20 años y no para el que sucederá en 20 años, es decir que no los prepara para el futuro. Sin embargo, reconoce que implicaría un cambio total en el paradigma educativo con mucha preparación docente.

En cuanto a la desaparición del libro tradicional (papel) Daniel Benchimol no cree que esto suceda porque hay muchos lectores que no van a  querer transitar ese cambio. Está muy ligada a la sociedad, y por eso es muy difícil que se traduzca en la desaparición completa del formato. Cuando las nuevas generaciones crezcan va a tener poco sentido seguir haciéndolo en papel, como paso con la música que la gente consume por otros espacios. Imaginando el futuro, el libro en papel va a quedar destinado a un nicho en donde en determinados rubros va a ser muy fuerte, tiene un valor como unidad que no lo tiene el digital. En algunos la materialidad es muy importante y es difícil de atravesarlo a lo digital, como libros de arte o de fotografía, o inclusive de niños que tienen una morfología que no se puede pasar a digital.